Se repite un acto para corregir los errores,
no para seguirlos cometiendo.
Repetimos un acto,
para ejecutarlo correctamente.
Perfeccionando la ejecución
el movimiento se torna
adaptable y flexible.
Encontrarnos en el medio del movimiento
es, sin embargo, la mitad del camino.
El mismo cuidado que se tiene
al ejecutarlo debe respetarse
al emprender el retorno.
De esta manera,
el mundo alcanza el orden
y por medio de grandes obras
se obtiene la calma.
martes, 2 de abril de 2013
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O se nace enseñado (poquisimos privilegiados) o debemos entrenar para hacer las cosas bien.
ResponderEliminarEs útil recordar que tener todas las partes no es tenerlo todo, como saben los "hacedores" de puzzles.
Y bueno aprender que avanzar es una forma de irse quedando solo.
^^ muchísimas gracias por tu reflexión Guille!!!
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