domingo, 7 de abril de 2013

Show

Para mí, la vida es un show. Un circo que un día termina: con la muerte. Claro, al ser así, ¿cómo poder tomarme la vida de otra manera? ¿Cómo si quiera, podría concentrarme en algo por un tiempo prolongado? Es un show. Un show que me está comiendo la vida y que me cansa.
¿Cuándo empezó el show? El show comenzó, el día que por primera vez noté, que nadie me prestaba atención, así que cada vez que me miraban, tenía que hacer una performance para que no me olviden. 
¿Y qué hago en mis ratos libres? Me preparo para el show, obvio. 
Cómo saber que quiero, si lo único que hago, es prepararme para el show. Y es complicado. Cómo saben, esta vida necesitaba un carácter profundo. Nada simple, sin los elementos necesarios. Una fuerte personalidad, con una leve debilidad. Ésto, combinado con un paisaje siniestro para una nenita delicada. Sumándolo, naturalmente, de algunos desperfectos que hicieran parecer que el personaje estaba en una evolución constante. 
Luego venía la parte más difícil. El discurso, o el parlamento, o simplemente el diálogo. Había que aprender un par de palabras técnicas que hicieran creíble el conocimiento. Escuchar con sutileza, saber filtrar lo que se lee, para luego tirar lo otro al tacho de basura. 
Este último personaje me parece muy interesante. Sincero. Una especie de meta personaje. Incluso más perfecto que todos los anteriores. Este, al menos, quizá sea redimible.

2 comentarios:

  1. Escuchar con sutileza, saber filtrar lo que se lee, para luego tirar lo otro al tacho de basura.

    Siiiiii.
    Si parece un personaje interesante.

    Me gustan quienes saben elegir lo que desean y apartan lo insevible. Es una excelente manera de encarar el show.

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